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Experiencia de TV servicio público en otros países: Canadá

Experiencia de TV servicio público en otros países: Canadá

Canadá: sistema híbrido de la radiotelevisión pública,

CBC (Canadian Broadcasting Corporation)

 

 

De conformidad con la Ley de Radiotelevisión del Canadá, las actividades de radiotelevisión llevadas a cabo en el país constituyen “un servicio público fundamental para mantener y fomentar la identidad nacional y la soberanía cultural” (Canadá, 1991, art.3).  En virtud de esta legislación, la radiotelevisión canadiense se considera un sistema único que abarca elementos públicos, privados y comunitarios.  Debe pertenecer a canadienses y ser controlada realmente por éstos (la propiedad extranjera se limita al 20% de cada empresa), utilizar al máximo los recursos creativos y de otro tipo del país, atender las necesidades y los intereses y reflejar la circunstancias y aspiraciones de los hombres, las mujeres y los niños del Canadá.                                                                                                                                     

Entre estas circunstancias figuran la igualdad de derechos, de dualidad linguística, el carácter multicultural y multirracial de la sociedad canadiense y el lugar que ocupa los pueblos aborígenes en ella.  Si surge un conflicto de intereses entre elementos del sector público y privado, se supone que prevalecerán los objetivos del sector público.

 

Antecedentes

 

La legislación canadiense sobre radiodifusión se remonta a principios de los años treinta, cuando el Estado decidió por primera vez intervenir en la esfera de la radio.  Al comienzo su enfoque estaba signado por el nacionalismo (“el Estado o los Estados Unidos”) era uno de los lemas, influenciado en parte por el modelo británico (BBC) y en gran medida por el ambiente intervencionista de la época. Para 1932 se aprueba la primera legislación de radiodifusión canadiense, en 1936 se convirtió en la Empresa de Radiodifusión Canadiense o CBC, contemplando la posibilidad de suprimir la radiodifusión comercial privada, no obstante el plan completo de la Comisión Real de 1929 nunca se puso en práctica.  Desde 1930 a 1960, la radiotelevisión canadiense se desarrolló como un “híbrido” de los sistemas comercial y servicio público, mientras la radio comercial privada y la radio nacional pública evolucionaban de manera paralela.  La TV se implantó primero como monopolio público y a continuación, después de 1960, de acuerdo con un modelo “mixto” (público y privado) similar.  Al complejizarse el sistema de radiotelevisión y hacerse más patente que distintos tipos de empresas tenían que coexistir dentro de ese sistema único, se produjo un cambio importante, a saber, la creación de un órgano independiente encargado de reglamentar la actividad de radiotelevisión en su conjunto. Este órgano comenzó a actuar en 1958 y su función cobró gran importancia en los años setenta y ochenta, pues el sistema tuvo que asimilar las nuevas tecnologías y hacer frente a una serie de desafíos económicos y políticos. 

 

 

Al tratarse de un sistema híbrido, la evolución de la radiodifusión en el Canadá durante los últimos 15 años se puede estudiar desde dos puntos de vista: por un lado, ha habido una clara tendencia la privatización de la radiotelevisión pública tradicional, ya que las presiones comerciales y presupuestarias ejercidas sobre la CBC la obligan a adoptar una postura que cada vez se asemeja más a la del sector privado, sus actividades de producción se encargan a empresas privadas independientes y la financiación pública que solía recibir se utiliza ahora para subvencionar a organismos de radiotelevisión privados mediante un fondo de desarrollo de programas de radiotelevisión (Telefilm Canadá); por otro lado, esos acontecimientos pueden considerarse como una “publitización” del sector privado, pues éste ha pasado a depender cada vez más de la financiación pública y de las medidas de política pública y de las medidas de política pública, no sólo mediante mecanismos como el fondo Telefilm, sino además a través de varios reglamentos de la CRTC y de  la protección concedida a las industrias culturales canadienses en el marco del Acuerdo del Libre Comercio entre el Canadá y los Estados Unidos, del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte y del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. 

 

Por lo tanto, a medida que el entorno multicanal sigue ampliándose, que la relación entre el producto audiovisual y el sistema de distribución adopta una configuración y una forma nueva y que el aparato político redefine su función so pretexto de adaptarse a las denominadas autopistas de la información, la cuestión del futuro de la radiotelevisión pública se debe replantear de manera adecuada.

 

Aunque la Ley de Radiotelevisión no peca de ingenuidad al calificar a toda la radiotelevisión canadiense de servicio público, el régimen regulado por la ley ha sido incoherente y a veces no ha sabido llevar a la práctica esa descripción.  El ejemplo más destacado de esta incoherencia sigue siendo el abismo que media entre el mandato encomendado por el Parlamento a la CBC y la negativa de las autoridades a proporcionar a ésta los recursos necesarios para llevar a cabo su tarea.  Más esa no es la única incoherencia.  El único fundamento institucional de la difusión comunitaria (televisión) es la obligación de las empresas de televisión por cable de proporcionar un canal de acceso comunitario.  En algunas zonas del país, la radiotelevisión educativa se ha convertido en un complemento viable de la radio y la TV públicas y privadas, a pesar de que su estructura guarda más relación con las extrañas peculiaridades del régimen político canadiense que con las necesidades de servicio público de radiotelevisión.  El discurso político sigue haciendo hincapié en el acceso – el elemento básico de todo servicio público – aunque determinados acontecimientos e innovaciones están cada vez más vinculadas a alguna variante del modelo cuyo destinatario es el consumidor, en el que la calidad depende siempre de la capacidad de pagar.

 

 

 

FUENTE: Atkinson,  Raboy, Dave Marc. La radio y televisión de servicio público: el desafío del siglo XXI. UNESCO.

 

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