Blogia
TV serviciopublico

Experiencia de TV servicio público en otros países: Gran Bretaña

Experiencia de TV servicio público en otros países: Gran Bretaña

GRAN BRETAÑA: la radio y la televisión de servicio público,  de una cultura nacional al multiculturalismo

  

   Se puede distinguir tres grandes periodos, en la evolución de la radiotelevisión de servicio público de éste país:

 

    l  Por su índole nacional

    l  Por su corte popular

    l  Carácter populista

 

         Estas tres características se hallan presentes en la variedad de servicios que actualmente se ofrecen a los oyentes y teleespectadores británicos.

 

         Con frecuencia, en Gran Bretaña se hace erróneamente la correlación entre la radiotelevisión de servicio público y la BBC, pero aunque este organismo sentó las bases de la radio y la TV en el Reino Unido y sigue siendo su piedra angular, la televisión comercial (ITV) británica se ha guiado durante muchos años, y aún lo hace hoy día aunque en menor medida, por unos estrictos principios de servicio público.  Channel 4 es una extraordinaria prueba de la capacidad de adaptación y oportunidad no desmentidas de los valores de servicio público en la sociedad contemporánea.  Esta cadena, aún siendo plenamente comercial, se adhiere totalmente a los objetivos del servicio público.

 

En Gran Bretaña, la radiotelevisión de servicio público no sólo ha sobrevivido a la marea de investigaciones parlamentarias, informes, libros verdes y blancos y Leyes de Radio y Televisión de los 10 últimos años, sino que, en algunos aspectos, ha salido fortalecida de este proceso y ha ganado con firmeza.

 

La popularidad

 

La televisión popular sigue centrando la atención de los debates sobre la radiotelevisión y, en particular, de las estrategias de la BBC y la ITV de captación de audiencia.  La cuestión de la “calidad” y lo que significa en el campo de la radio y la TV ha sido periódicamente tema de polémica desde la introducción de la radio y televisión comerciales, pero, a principios de los años noventa, surgió con nueva fuerza.

 

La BBC,  no sabiendo bien cómo jugar sus cartas durante el período en que se debatía su futuro y la renovación de sus estatutos y licencia en 1996, pareció en un principio que iba a centrar su estrategia en la cultura, dejando la programación popular al sector comercial (BBC,1992). Esta decisión habría sido una insensatez, por lo que pronto dió marcha atrás.  Pese a ello, en su última declaración de objetivos, la BBC, reconoce lo difícil que resulta conciliar calidad y popularidad (BBC, 1995 pág. 25).

 

En la publicación People and Programmes, la BBC reafirma que su objetivo esencial es realizar “programas de calidad”  para la audiencia británica (BBC, 1995, pág. 172)

 

Los programas de entretenimiento originales y de calidad, siempre han ocupado en su programación un lugar privilegiado y una de las prioridades actuales es que la BBC vuelva a ser una referencia importante en lo que respecta a la difusión de programas generalistas, altamente accesibles, “de interés humano”, familiares y de variedades destinados a audiencias muy diversas  (BBC, 1995, pág. 62 y 63).  Pero a la vez, la BBC declara que no organizará su programación ni sus horarios con miras a competir frontalmente con ITV, más directamente orientada a la obtención de beneficios, para intentar captar al gran público en las horas de mayor audiencia emitiendo ininterrumpidamente programas de entretenimiento.

  

La lucha por este segmento televisivo – consecuencia inevitable de cualquier sistema competitivo – continuará.  Esta bien que las redes de TV de ámbito nacional den prioridad a la producción de programas populares y de entretenimiento.  Pero también conviene que la TV pública mantenga un equilibrio entre este aspecto y otros compromisos asumidos con la audiencia nacional en particular amplio y realmente variado.

 

Si no indefinidamente, el futuro de la BBC está asegurado al menos hasta bien entrado el próximo siglo.  Actualmente, su situación no es de estancamiento ni está en declive.  La BBC seguirá siendo “la piedra angular de la radiodifusión británica” y aspira a convertirse en una pieza clave de la televisión mundial.  A nivel nacional, continuará siendo el organismo principal de radio y televisión.

 

 

La radio y la televisión de servicio público y el multiculturalismo

 

Pluralismo fue la palabra utilizada a mediados de los años setenta para definir y afrontar la naturaleza cambiante de los tiempos.  Hoy día es más preciso hablar de “multiculturalismo”.  Se trata de un nuevo tipo de política de la “identidad” que no combate tanto el mercado o el Estado como las actitudes sociales imperantes que marginan a determinados grupos desatendiendo sus reinvindicaciones y negándolos o rechazando su identidad de mujeres, no blancos homosexuales, etc.

 

El multiculturalismo pone de manifiesto algunas de las dificultades que plantea la política de la  representación cultural hoy día.  Para serlo realmente los servicios nacionales deben guiarse a la hora de organizar su programación por una serie de principios con los que de alguna manera se identifique el conjunto de la sociedad.

 

Una dificultad intrínseca a los programas generalistas es que, por mucho que intenten llevar a cabo su tarea de representación de toda la sociedad, es difícil evitar el efecto de gueto, esto es, agrupar a las minorías en programas especialmente concebidos para ellas que se ganan la indiferencia de la mayoría y no siempre atraen a la minoría.

 

Una alternativa sería que las “comunidades de intereses” produjeran sus propios servicios.  Esta posibilidad fue uno de los motivos de desavenencia entre algunos grupos minoritarios y Channel 4, cuando esta cadena inició su andadura a principios de los años ochenta.

 

Channel 4 es una cadena plenamente comercial, financiada por la publicidad al igual que ITV (ahora denominada Channel 3), y un ente de servicio público al cien por cien.  Fue creada a principios de los años ochenta con el mandato de encargar una proporción considerable de programas a entidades independientes, e imprimir a la programación un estilo innovador y experimental que resultase atractivo para intereses y gustos desatendidos por ITV.  Su mayor logro ha sido convertirse en un servicio de televisión auténticamente nacional que responde a los intereses de las minorías de una manera que no sólo atrae a este público sino también al general.  Pese a todo, algo que no puede hacer es permitir a los grupos minoritarios producir sus propios servicios.

 

Channel 4 ha tenido un éxito extraordinario.  Ha logrado el difícil objetivo de poseer una identidad propia sin dirigirse al gran público.  El perfil de su audiencia es más joven que el de las cadena de televisión de la BBC y responde a gustos e intereses de grupos minoritarios, sin embargo, ha evitado la “trampa del gueto” de llegar siempre al mismo número reducido de personas.  Así pues, su programación, aunque ecléctica, posee un interés y un atractivo que seduce a una audiencia mucho más amplia que los grupos a los que se destinan los programas.  Se trata de un nuevo modelo de servicio público que se ha adoptado en otros países.

 

Así pues, es posible responder de formas diferentes a los gustos de las distintas comunidades de intereses de hoy día al margen de las tendencias dominantes.

 

El multiculturalismo suscita la cuestión de si todavía tiene sentido la noción de una cultura nacional compartida.  Puede la BBC, por ejemplo ¿seguir evocando imágenes del pueblo y de su forma de vida?  Es cierto que los antiguos ídolos de la tribu ya no despiertan entre la mayoría el eco de antaño, mas, una sociedad caracterizada por una diversidad cultural cada vez mayor no se fragmenta necesariamente en multitud de culturas diferentes.  Sigue siendo papel fundamental de los medios de comunicación modernos, y de los servicios públicos nacionales de radiotelevisión en particular,  crear y mantener nuevas formas de vida en común.

 

En Gran Bretaña se ha llegado a un equilibrio muy delicado.  Quienes pronosticaban la desaparición de la radio y la TV de servicio público han resultado ser falsos profetas.  La situación de la BBC y Channel 4 se ven más influenciados por factores comerciales que antes de la adopción de la Ley de Radio y Televisión de 1990 (Para los años 90 se suprimió la función reguladora de la Autoridad Independiente de Radio y Televisión, IBA,  que desde principios de los años setenta tenía jurisdicción sobre la radio comercial y la televisión y se creó una Comisión Independiente de Televisión, ITC, encargada de este medio, y otra nueva autoridad radiofónica para acelerar el desarrollo de la radio). 

 

Si la televisión y la radio pública han resultado ser un servicio duradero es porque consideran a la radiodifusión como un bien público y social, opinión que, a la vista de su evolución hasta la fecha,  comparte el pública británico.

 

 

 

FUENTE: Atkinson,  Raboy, Dave Marc. La radio y televisión de servicio público: el desafío del siglo XXI. UNESCO.

 

 

 

 

 

0 comentarios